Hoy en día raro es el caso en el que te encuentres a alguien sin un teléfono móvil, un ordenador, una tablet…cuando verdaderamente no sabemos la precaución que debemos tener con su utilización. Además, la mayoría tenemos la mala costumbre de registrarnos, una y otra vez, en diversas aplicaciones, dando vía libre, sin darnos cuenta, a que nuestra información personal sea vista y compartida. Es debido a esto por lo que es fundamental concienciar de lo que realmente está pasando, y de abrir los ojos ante la situación.
Para ello, la escritora y periodista Marta Peirano, a través de una charla, que os dejamos aquí, ha tratado de transmitir la urgencia y la importancia que tiene el proteger nuestra identidad, sin importar si somos personas conocidas o no, hacemos cosas bien o mal… Ya que, como bien dice ella, para ellos no somos una persona u otra, simplemente somos un algoritmo que les está aportando dinero desde el momento en el que damos nuestros datos principales.
La periodista remarca que cometemos ciertos errores básicos: uno de ellos es que subestimamos, no solo la cantidad, sino que también el valor de la información que estamos continuamente produciendo. Todo/as tendemos a pensar que nada de lo que hacemos tiene una gran trascendencia... ¿Qué mas da que me pidan mi ubicación en un momento determinado? ¿Y qué importa que quieran tener acceso a mi galería o a mis audios? Pues SÍ que importa, y tenemos que saber verlo para poder hacérselo ver al resto. Con todos estos simples actos, que creemos que no van a ningún lado, es con lo que consiguen tener un diario automático de cada uno de nosotros. Saben a quien llamas, a donde vas, donde vives, si te vas de viaje... cientos de cosas que todxs creeríamos imposibles de saber así porque sí. Se debe a que están vigilándonos sin nuestro consentimiento, y sin que sepamos realmente cuándo. Si quienes nos observan advirtiesen de cuándo nos van a vigilar, todo cambiaría, ya que, es un hecho que nosotros actuaríamos de una forma totalmente diferente a cómo lo haríamos desde el pleno desconocimiento.
Es un espionaje pleno a nuestra identidad, pero hay que destacar que nosotrxs no se lo estamos poniendo difícil, todo lo contrario, se lo damos en bandeja. Y además, aún sabiendo todo esto, podemos pensar, ¿y qué importa que tengan eso de mí si a mí no me va a influir para nada? MAL. Claro que puede influirte. Ciertas cosas que publicas, compartes pueden convertirse en problemas futuros, ya que eso queda ahí permanentemente. Son acciones que se convierten en tus antecedentes, y que a la mínima que alguien quiera saber algo más de ti, lo conseguirá, y podrá perjudicarte. Hoy en día, en muchos trabajos, incluso cuando entregas tu CV, quieren conocerte más y tienden a buscar la imagen que das a ver en las redes... Y no siempre puede ser una ventaja.
Por eso, queremos concluir con una frase que nos ha marcado realmente, y es que todxs debemos poner YA las cortinas a nuestra casa de cristal, debemos protegernos como podamos, y además, es urgente. No somos capaces de imaginar lo indefensos que podemos llegar a ser otorgando toda esta infomación sobre nosotrxs. Debemos apostar por una navegación y un anonimato absoluto para quien así lo desee.
#TICPRIMARIA18
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